La TV en la escuela, el lenguaje audiovisual.

Actualmente en nuestra sociedad, la televisión es un elemento clave de entretenimiento que llena y evade; y condiciona el tiempo libre de las personas pero también es un mostrador de la realidad y ésta está alterada por el color del mostrador. Según se nos enseñe la realidad la construimos de una manera u otra, convirtiéndose entonces la televisión en un instrumento de poder.
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Este poder y protagonismo que ejerce se debe por su capacidad de diversificación, tan sólo en España se ha pasado de tener sólo dos canales (TV1 Y TV2) a toda una infinidad de canales con sus respectivas programaciones y temáticas; y esta oferta aumenta cada año. Constituyendo pues y sin ninguna duda una forma de penetración cultural que puede reducir comportamientos, actitudes y conocimientos o inducirlos por observación y mímica. Y esa influencia la ejerce sobre todo en los niños puesto que están en pleno desarrollo haciendo a su vez que se construya su propia realidad.
Es en este aspecto donde la TV puede ser nuestro aliado o nuestro mayor enemigo y dependerá de la relación que sepamos mantener como profesores con este medio.
Hoy en día en el contenido de la TV nos podemos encontrar con la proliferación de los reality shows que hacen que esa realidad sea todavía más distorsionada puesto que en ellos se muestran situaciones de forma deformada y exagerada para crear sentimientos en el espectador en el menor tiempo posible, además de escenas de violencia, de sexo... y casi nunca con sentido educativo además de una invitación al consumismo por la gran cantidad de publicidad.

Podríamos poner al niño programas infantiles pero las cadenas nacionales, a excepción de TVE2 han eliminado los espacios destinados a los niños de sus programaciones. Todo por razones económicas puesto que el horario infantil (de 17:00 a 19:00) tiene unos 5 millones de potenciales espectadores y de esos sólo 1 millón son niños. 
¿Entonces qué podemos hacer para que los niños puedan ver la TV y saber que hacen un uso responsable de ella?
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Principalmente, cambiar en el ámbito escolar la actitud negativa hacia este fenómeno puesto que con las posturas antitelevisivas no se consigue nada porque la TV seguirá estando ahí y por ende su influencia para bien o para mal.
Para ello debemos adoptar algunas conductas que nos aproximen al aprovechamiento de los beneficios que la TV nos reporta y éstas se consiguen educando desde la familia y el colegio. Así se podrá realizar una adecuada integración de la TV en la vida de los niños.

¿Pero... cómo educamos? Educamos EN el medio:
-Áreas de ciencias → Se pueden enseñar los principios perceptivos y técnicos que hacen posible la televisión.
-Áreas de lengua y de plástica → Se puede hacer una aproximación a lo audiovisual como forma de expresión.
- Áreas de filosofía, ética, religión o sociales  Se podrán hacer aproximaciones ideológicas y éticas sobre la TV. 
- Áreas de sociales   Se puede atender a las dimensiones económica y social. 
- Áreas artísticas (plástica o música)  Se podrán hacer aproximaciones a la TV como medio desde el punto de vista artístico-expresivo. 
- Área lingüística o literatura  Se podrá analizar la estructura narrativa, la especificidad expresiva de cada medio y las leyes que rigen el espectáculo. 

Pero sobre todo de lo que se trata con todas estas intervenciones es de educar para la reflexión crítica y esto supone tomar distancias respecto de los propios sentimientos, saber comprender el contenido implícito... pero lo que supones especialmente es de que el niño sea capaz de establecer relaciones críticas  con sentido entre lo que aparece en ese mostrador (pantalla) y la realidad del mundo que lo rodea fuera de ella.
Educar CON el medio:
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Esto supone aprovechar todos los programas e imágenes que la TV proporciona para extrapolarlos en nuestra aula y los integremos didácticamente. Cualquier programación ya sea infantil o no se presta al análisis pero resulta más significativo y motivador cuando se lleva al aula películas o programas de éxito que cautivan a los niños. Además así ellos reflexionan críticamente imágenes que ven habitualmente y de forma acrítica. 


El componente principal en todo esto es el lenguaje audiovisual. A este lenguaje no le damos en el colegio ni en la sociedad la importancia que tiene y eso también afecta a cómo los niños interpretan lo que ven en la TV aunque también podíamos derivarlo a otros medios como las TIC. Al igual que el lenguaje oral o escrito  está integrado por un conjunto de símbolos y unas normas de uso que hacen posible la comunicación. Contiene elementos morfológicos, gramáticos y recursos estilísticos; conociendo éstos de forma general tendrán herramientas para tener esta actitud crítica. Es por todo esto por lo que se debe entender el proceso de alfabetización no sólo como la capacidad de leer el lenguaje escrito sino como la capacidad de leer también los medios audiovisuales, tecnológicos y mediáticos. 
La cultura y lenguaje audiovisual enriquece para que las pantallas completen el discurso del profesor generando nuevos entornos de aprendizaje. 


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Bibliografía:


SÁNCHEZ SEGUNDO, Francisca. Televisión y educación: Un desafío posible. Aula, 1997, 9, 139-161.
Graells, D. P. (2003). Recuperado de: https://www.researchgate.net/publication/283732327_El_lenguaje_audiovisual_leer_el_mundo_a_traves_de_la_pantalla.
Universitas - UNED. (Junio de 2002). El lenguaje audiovisual: leer el mundo a través de la pantalla. Obtenido de: https://www.researchgate.net/publication/283732327_El_lenguaje_audiovisual_leer_el_mundo_a_traves_de_la_pantalla

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