En la sociedad en la que nos encontramos el poder es muy relativo. Anteriormente éste estaba destinado a una clase privilegiada que lo obtenía gracias al estamento al que pertenecía, a su dinero y/o influencias. Sin embargo, con las TIC, el poder y especialmente el poder de influenciar se encuentran en la mano de todo el mundo.
Nos sentimos poderosos por tener toda la información que necesitamos a mano, tan solo usando un dispositivo electrónico conectado a Internet. Pero no podemos hablar solamente de la información a la que tenemos acceso, debemos hablar de la información que lanzamos nosotros. Es decir, todo el mundo produce en Internet, cuando cuelgas una foto a tu Instagram ya estás produciendo. Y esa información producida puede influenciar en el pensamiento que tienen los demás sobre tí pero también puedes crear tendencia y moda dependiendo de los seguidores que tengas. Porque en eso se mide, en el poder que tienes de influenciar en tus seguidores y de cuántos seguidores tengas. Es tal el caso que incluso empresas seleccionan a su personal en función de los seguidores que tienen en sus redes sociales. Como si la competencia para desempeñar correctamente su trabajo dependiera de la capacidad que tenga esa persona para recabar seguidores y mantenerlos.
También podemos ver a youtuber que crean sus propias líneas de moda, salen en anuncios, crean tendencias... Y todo por el poder que tienen en Internet que deriva a otros entornos. Incluso hay empresas que ponen en contacto a influencers con empresarios para dar publicidad a sus productos o servicios.
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Aunque no todo es malo, muchos países al ver que sus medios de comunicación globales están condicionados y limitados por el gobierno encuentran en las redes sociales un medio de información independiente por el que dar a la luz a lo que les sucede.
Como reflexión sobre todo esto puedo concluir que la información da poder y ese poder debe ser bien usado y controlado puesto que hay algunas modas que crean comportamientos autolesivos y destructivos para los sujetos mismos y los demás. ¿Pero cómo? A través de la educación y el desarrollo de la inteligencia emocional de la sociedad pero especialmente de las nuevas generaciones para obtener individuos con pensamiento crítico y fuertes emocionalmente así como una sociedad consciente del poder que tiene cada individuo.
Bibliografía:
Bibliografía:
Mariño, P.
G. (2018). YOUTUBE E INFLUENCERS AL SERVICIO DE MARCAS . Alicante:
Universidad de Alicante.
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